Capítulo
1 “Mamá ¿puedo comprarme unas botas de
fútbol?”
Era principios de la década de los años ´90 cuando
comienzan a llegar niñas al campo de fútbol de Lomo Los Frailes, eran niñas
que practicaban fútbol en la calle, en el colegio, niñas del barrio y de los
aledaños: Tamaraceite, Almatriche, Tenoya, Las Majadillas… y con este grupo de
niñas de entre 11 y 16 años se fue creando un equipo. Pero no un equipo como conocemos hoy día, vamos detallando… El
equipo en un principio sólo entrenaba, no habían partidos puesto que apenas
habían equipos de niñas y la Federación
de Fútbol de Las Palmas no tenía reconocido el fútbol femenino. El equipo
no tenía equipajes, ni de jugar ni de entrenar, cada niña iba con su ropa, de
deporte, no necesariamente ropa de fútbol, puesto que no era muy habitual ver a
una niña con la camiseta del Barcelona o con el pantalón del Real Madrid,
algunas no teníamos botas de fútbol, íbamos en playeras, éramos unas niñas que
desconocíamos que hubiera que llevar un calzado específico, y no era muy
oportuno preguntar: “Mamá, ¿Puedo comprarme unas botas de fútbol?”, porque ya sabíamos
cuál iba a ser la respuesta… entonces buscábamos soluciones, pedirle algún
vecino que llevara más o menos el mismo número, algún familiar, compañero de
clase, etc. Impensable hoy día. Tampoco teníamos horario de campo, es decir,
horario de entrenamientos si, pero no teníamos campo. L@s que recuerden el
campo de fútbol de Los Frailes, sabrán que entre en el campo y el terrero de
lucha canaria, habían dos canastas simulando una cancha baloncesto; éste era nuestro espacio para entrenar,
se colocaban dos piedras bajo las canastas y esas eran las porterías. Si, las
piedras hacían de conos, porque entrenábamos
en tierra, el césped llegó mucho más tarde.
Así eran nuestros primeros entrenamientos, las niñas del
Lomo Los Frailes acudían a entrenar, la de otros barrios venían y se iban
caminando, daba igual la distancia y el tiempo, disfrutábamos entrenando y
conociendo gente nueva. Pero sobretodo, cuando un día era especial, cuando un
entrenamiento era diferente, era cuando el Regional o el Juvenil terminaban su entrenamiento
un poquito antes y aprovechábamos y nos metíamos en el campo. Ese día era
especial, era una alegría poder disfrutar del campo de fútbol, de esa portería enorme que jamás pensé que una
niña que quisiera ser portera pudiese llegar al larguero y mucho menos a la
escuadra, de ese córner que estaba lejísimos que quién iba imaginar que habrían
niñas que marcarían goles olímpicos, de esa área grande donde había que tirar a
puerta con los balones Mikasa que eran un sufrimiento cómo te dejaban el
pie………..… Aunque sólo fuesen 10 minutos y de vez en cuando, era una ilusión
entrenar en el campo de fútbol, nuestro campo….cualquiera diría hoy que es
magnífico jugar en un campo de tierra…
Así fue como llegó uno de los primeros retos: nos anuncian
que se va a jugar un Triangular en
el llamado campo de los Paracaidistas en
Las Rehoyas, entre el San Fernando de Maspalomas, las
Tenerías y nosotras, el CD Rayco. Algunas desconocíamos qué era eso de un
triangular, muchas no habíamos jugado ningún partido de fútbol en la vida… pero
podía más la ilusión y las ganas de jugar todas juntas.
Y así tuvo lugar uno de los primeros partidos de fútbol
femenino, en ese tan característico campo, que como algunos recordarán, era muy
fácil distinguir cuál era la portería de abajo y cuál la de arriba… Se celebró
este Triangular, y much@s se preguntarán y responderán “- ¿Y quién lo ganó? – El Rayco, seguro”, pues no, quedamos
terceras,osea últimas. El Rayco no empezó ganando, eso fue llegando poco a poco
y con mucho sacrificio.
Aquí les dejo una imagen de los trofeos que se repartieron
ese día, un día del año 95 o 96, que fueron entregados al ganador que fue el
San Fernando de Maspalomas, al Tenerías que quedó segundo y el Rayco terceras.
Fue una derrota ese
día, pero un triunfo en la historia.
“Trofeos del Triangular jugado
en el campo de Los Paracaidistas”