La U.D. Las Huesas ha apostado esta temporada
por formar un equipo femenino, compuesto en su mayoría por madres de jugadores
y jugadoras de la misma cadena del club. Este proyecto tiene algo muy especial,
ya que dentro del equipo hay un vínculo generacional único: madres e hijas
compartiendo campo y pasión por el fútbol. Dos casos emblemáticos son el de Fabiola
(madre) y Fabi (hija), así como el de Yanira (madre) y Ariadna
(hija), quienes disfrutan juntas de cada partido, demostrando que el fútbol
no tiene edad ni fronteras.
A pesar de que hasta ahora no han logrado ganar ningún
partido ni marcar goles, su espíritu en cada encuentro es verdaderamente
admirable. Salen al campo con una energía y una ilusión contagiosa, celebrando
con aplausos y alegría cada jugada, ya sea una falta o un córner a favor. Lo
que realmente las distingue es la forma en que afrontan cada desafío: en su
categoría, donde solo pueden realizarse 5 cambios, siempre hay jugadoras que se
quedan en el banquillo o fuera de la convocatoria, pero nadie se molesta por
ello. Al finalizar cada partido, el ambiente que se respira es de triunfo y
satisfacción, como si el simple hecho de competir fuera la mayor de las
victorias.
Este equipo demuestra que la edad es solo un número y que la ilusión por jugar no tiene límite. Bravo por ustedes, por su pasión, por su compañerismo y por recordarnos que el fútbol es, ante todo, una celebración del esfuerzo y el amor por el deporte. ¡Nunca pierdan esa ilusión!